Discos: Godsmack – “Lighting Up the Sky” (2023)
El album final en la carrera de la banda norteamericana de hard rock
BMG
Por: Alejandro Bonilla Carvajal
Godsmack es una agrupación con una historia algo irónica. Ha lanzado 25 canciones capaces de entrar en lo alto de las listas de popularidad de los Estados Unidos, convirtiéndolo así en uno de los nombres importantes en lo que a rock duro se refiere. Sin embargo el cuarteto originario de Massachusetts es solo profeta en su tierra. Recientemente se anunció que su anunciada primera gira por Sudamérica quedó cancelada por baja venta de entradas y sin vergüenza alguna su baterista, Shannon Larkin, reconoció en una entrevista que de la docena de veces que la banda ha ido a Europa nunca ha ganado dinero.
Quizá por esta situación adversa o por los constantes cambios que sufre la industria discográfica o porque el camino recorrido ha sido lo suficientemente largo luego de casi 30 años de carrera, el cantante del grupo, Sully Erna, ha manifestado que este trabajo llamado «Lighting Up the Sky» es el último que entrega el grupo.
Esta grabación además de poseer una producción bastante pulida condensa lo que ha sido Godsmack: una propuesta del mal llamado post-grunge que triunfó en los días de gloria del nu-metal a comienzos de los dos miles, sabiendo madurar con elementos de rock clásico y un componente lírico acerca de las relaciones sentimentales, las traiciones, las dificultades de la vida, el polarizado ambiente político y la sensatez que viene con los años.
La voz de Erna sigue manteniendo su timbre fuerte y característico. La potente sección rítmica del bajista Robbie Merrill y el baterista Shannon Larkin es la que le imprime vida a cada una de estas canciones y quisiera destacar cómo los acordes del guitarrista Tony Rombola se han nutrido de muy buenos punteos, algo que no era su fuerte en álbumes anteriores.
Las melodías encuentran las formas correctas para resultar memorables. Desde la partida ‘You and I’ es una muestra de ello, secundada por la afilada ‘Red White & Blue’. Es comprensible por qué ‘Surrender’ es una pieza tan sonada en la radio estadounidense. Narra una relación moribunda en la que el protagonista muestra su hartazgo y su decisión de alejarse de quién es incapaz de reconocer sus fallas. Un hit con toda la fórmula de Godsmack.
‘What About Me’ mantiene esa línea de rock vigoroso con coros explosivos. Mientras que ‘Truth’ brinda algo diferente. Es una sensible balada sobre darlo todo por alguien, sentirse destruido por esta persona pero seguir amándola intensamente. El dramatismo lírico se complementa muy bien con el piano y el solo de guitarra.
A continuación vienen tres canciones rabiosas: ‘Hell’s Not Dead’, ‘Soul on Fire’ y ‘Let’s Go’. Todas ellas consiguen mantener al escucha enganchado. ‘Bests of Times’ baja la intensidad y con ‘Growing Old’ más el corte que da título a esta obra concluye el viaje. Las dos últimas canciones muestran una faceta más suave que reafirma la madurez de unos músicos que han vivido altas y bajas.
Si este resulta el capítulo final de Godsmack lo hace con la frente en alto. Quizá no sea su mejor disco, pero sí uno muy bien estructurado, cuidado en detalles y con un aura introspectiva especial. El desenlace para un referente del hard rock de este milenio.