Discos: Queens of the Stone Age – “In Times New Roman” (2023)
La banda de Josh Homme apuesta a lo seguro
Matador
Por: Alejandro Bonilla Carvajal
Cerca de cumplir sus tres décadas de labores y con un estatus dentro de la industria como un número líder dentro del rock alternativo, la banda norteamericana del cantante y guitarrista Josh Homme ofrece su octavo álbum de estudio. Han transcurrido seis años desde aquel rockandrollero y bailable «Villains», y ahora la dirección parece enfocada en sacarle jugo a su sonido más reconocido.
«In Times New Roman» entrega diez cortes con un sonido familiar para quienes han seguido la pista al conjunto: melodías extendidas, guitarras cohesionadas, y punch en batería. Sin embargo en la nueva cosecha no se disfruta demasiada adrenalina, explosión o el vértigo del pasado.
En un trabajo con interesantes texturas, en particular en las cuerdas y ciertos arreglos de tono oriental salpicados por psicodelia, pero es carente de sencillos con pegada, exceptuando el primero de ellos: ‘Emotion Sickness». Seguramente la mejor pieza de todas.
Es comprensible que Queens of the Stone Age no esté tirando voladores por estos días. Homme ha pasado por unos años complicados. La separación de su esposa, la bella punkera Brody Dalle (The Distillers), no tuvo los mejores términos y la agresiva custodia por sus hijos arrojó titulares en la prensa. Sus amigos Mark Lanegan (ex Queens of the Stone Age), Taylor Hawkins (Foo Fighters) y el famoso chef Anthony Bourdain murieron. Como si no fuera suficiente el pelirrojo ha luchador contra un cáncer últimamente.
‘Obscenery’ abre con ímpetu, guitarras cortas y un juego sinfónico llamativo. ‘Paper Machete’ tiene más ese aire de las épocas del disco «Era Vulgaris» (2007), con guitarras solventes y un coro efectivo. En este tema Homme se saca el clavo con líricas acerca de su amarga ruptura amorosa que llegó a los tabloides.
Más predecible aparece ‘Negative Space’ que con un tratamiento guitarrero no va muy lejos en intensiones. ‘Time & Place’ va caminando con guitarras sensuales a las que se adhieren algunos destellos de rock espacial, más lo mejor figura en las vibraciones emitidas en la garganta de Homme.
‘Made to Parade’ es un corte de carácter retro, con guitarras punzantes y un efecto vocal sombrío en su coro. ‘Carnavoyeur’ es más sinuosa y va cargada de pena. Homme sabe cómo hacer sus armonías. No obstante es una composición que no me termina de convencer con su dramática resolución.
‘What The Peehole Say’, es más prendida, y cercana a su obra antecesora. Lo contrario sucede con ‘Sicily’, que es aquietada y cansina dentro de la selección.
Como ya mencioné, ‘Emotion Sickness’ es la carta ganadora. Con una buena pegada rítmica le sobreviene un juego vocal fascinante. Realmente aquí se transmite ese sentimiento de estar aturdido por dentro. El cierre resulta grandilocuente con ‘Straight Jacket Fitting’, en donde se arranca con una base y está se va disolviendo en efectos que llevan a un pasaje acústico. Es un corte de nueve minutos con el campo suficiente para abrirse en exploraciones aunque no se entienda bien cuál es la idea principal.
Esta producción asemeja ser una transición a algo que ojalá ocurra en el siguiente disco. No es una mala entrega, pero las expectativas por acá eran más altas. Sin colaboraciones, y apegado a una alineación de músicos que se ha mantenido estable durante la última década, Queens of the Stone Age se asoma sin mostrar todo su cuerpo o habilidad. Cuando pase el temporal esperemos exponga de mejor manera su gran valía.