Discos: Foo Fighters – “But Here We Are” (2023)
Un regreso con el dolor de perder a quien se ama
Roswell – RCA
Por: Alejandro Bonilla Carvajal
«Pero aquí estamos» es la sentencia que da nombre al undécimo álbum de la celebre agrupación estadounidense. Más allá de los estadios que es capaz de llenar en cada show, los premios Grammy recibidos y las buenas ventas de sus discos, los últimos años no han sido nada fáciles para el sexteto que lidera el cantante y guitarrista Dave Grohl. Primero la subita muerte de su amigo Chris Cornell, luego una pandemia que echó por tierra los planes de celebrar una gira en camioneta a la antigua usanza para celebrar las bodas de plata del grupo, y más fuerte aún, el fallecimiento de su baterista, Taylor Hawkins, ocurrida en marzo de 2022 a pocas horas de tocar en Bogotá. Como si no fuese suficiente, poco después la madre de Grohl, Virginia, falleció.
«But Here We Are» es una obra construida desde un profundo dolor. Tiene el ánimo de sanar las heridas en un homenaje a todos aquellos arrebatados de este plano existencial. Por tanto el componente lírico resulta profundo, angustioso por momentos y a la vez redime las penas acumuladas.
En lo musical Foo Fighters se apega a su estructura clásica que tan buenos réditos le ha merecido. Es decir, canciones con gruesas guitarras melódicas, coros gancheros y esa pasión propia de la catarsis. Finalmente no solo Grohl ha padecido el golpe del deceso, toda la banda absorbe la pena ante la baja de uno de sus integrantes más importantes; uno muy recordado por su vitalidad y enorme sonrisa.
Estas diez nuevas canciones tienen un hilo conductor. Una búsqueda en reconstruirse y seguir adelante como una nueva banda que aún tiene mucho que decir. Si bien no encontramos éxitos inmediatos como ‘Everlong’, ‘My Hero’ o ‘Best of You’, esta nueva producción se aprecia madura, sin demasiadas pretensiones en cuanto a arreglos o efectos, y si me apuran con elementos que rememoran cosas de discos anteriores como su debut de 1995 o «One by One» (2002).
Una vez más Greg Kurstin (Beck, Pink) se encargó de las tareas de producción. El californiano ha venido siendo el consejero del grupo en sus tres últimos discos, y entiende muy bien ese balance de armonías eléctricas con las que la banda sigue ampliando su repertorio.
La batería fue ejecutada por Dave Grohl. Es bien conocido sus orígenes tras platos y tambores desde sus días con los punk Scream, pasando por la gloria alcanzada con Nirvana y lo interpretado en la percusión para los dos primeros álbumes de Foo Fighters.
Esta grabación parte con la emocional ‘Rescued’, que reza en su inicio: «Sucedió como un flash / Apareció de la nada / Ocurrió tan rápido / y luego todo terminó». Se puede hacer una análogia con Hawkins, o con la explosiva vida del propio Grohl. De cualquier manera es un arranque enérgico, con esa combinación de belleza y pesadez con una garganta que se está desahogando.
‘Under You’ es más juguetona, y recuerda al Foo Fighters de comienzo de este milenio. Por su parte ‘Hearing Voices’ es más oscura y sentida con un efecto especial en las cuerdas. Ambas tienen sus matices y no descienden en potencia rockera.
La pieza que da nombre al álbum, tiene más punch, y es sobrecogedora la forma en que se entrega el coro a grito herido. A continuación ‘The Glass’, aparece en forma acústica para ir ganando en intensidad. Una metáfora de un vidrio que separa la vida de la muerte, y donde a veces nos podemos ver reflejados al perder a alguien cercano.
‘Nothing At All’ es mi canción favorita de esta colección. Es furiosa y una de las más desgarradoras. Estructurada en tres partes, va de una melodía sencilla a la saturación instrumental que dibuja el desconsuelo.
Directo al corazón va ‘Show Me How’. Uno de los más claros homenajes a Virgina y Taylor donde Dave Grohl armoniza con su hija, Violet, como invitada. La letra es preciosa, afirmando que «ahora yo me haré cargo de todo». Posteriormente ‘The Teacher’ —la madre del líder era profesora— es una extensa pieza por momentos experimental que sin ser épica ofrece un clímax en sus diez minutos de duración.
El cierre lo otorga ‘Rest’. Otro corte con mucho énfasis en lo sentimental. Una plegaria, una despedida para quiénes lo dieron todo y ahora descansan. La canción tiene dos momentos; una primera parte sosegada con un final bien intenso y que pega en el alma.
«But Here We Are» es lo que se podría esperar de un banda que por momentos hasta se dudó de su continuidad, pero que así como arrancó tras la muerte de Kurt Cobain, ahora es capaz de seguir adelante como muy seguramente lo hubiera deseado Hawkins. Sencillamente inspirador.