Festival Rock al parque 2019 “Celebración Histórica de sus 25 años”
Fueron tres días de fiesta, música, sorpresas y buena onda en Bogotá.
Fecha: 29-30 de Junio y 1 de Julio de 2019
Lugar: Parque Metropolitano Simón Bolivar (Bogotá-Colombia)
Calificación: 8
¡Un cuarto de siglo! Esa es la edad que cumple el Festival rock al parque este año, y la celebración fue por todo lo alto, ¡Como debe ser! Y es que 25 años es una edad importante para todos, ya no eres tan joven, haz aprendido de tus errores y cuentas con experiencia para hacer las cosas cada vez mejor.
La Alcaldía mayor de Bogotá a través del Instituto Distrital de las Artes «Idartes» realizaron un gran esfuerzo para traer artistas importantes de talla internacional, bandas consolidadas del rock colombiano, apoyar a las bandas emergentes mediante las convocatorias distritales y abrir espacios académicos para que los ciudadanos disfruten de una verdadera conmemoración.
Rock al Parque, el festival gratuito más importante de América Latina se ha convertido año tras año en una fiesta muy esperada, es la oportunidad de ver a grandes artistas, de compartir con los amigos, de relajarse, encontrarse con viejas amistades, poguear, gritar, saltar y hasta de recordar tiempos pasados. También es la plataforma para que bandas emergentes se den a conocer ante un gran público y vayan afianzando sus carreras.
El ingreso al parque es para mayores de 14 años, asisten personas ya maduras de 30 a 60 años o más, al igual que niños con ganas de divertirse, o acompañando a sus padres para conocer más sobre este género, es una tradición que no se puede perder.
Además, alternamente, en el Teatro Jorge Eliecer Gaitán el día domingo, se realizó la presentación de ´31 minutos´ show musical infantíl con títeres y orquesta en vivo, de Chile, que encantó a chicos y grandes. Fue una propuesta muy bien recibida y con boletería agotada, un evento muy llamativo para acercar a los más pequeños a la música y el arte. La entrada era para mayores de 3 años.
El cierre estuvo a cargo de la Orquesta Filarmónica de Bogotá y sorprendió al público, valió la pena la espera (puesto que las presentaciones estaban retrasadas), y a los asistentes no les importó el frío de la noche, para poder ver a esta majestuosa banda junto a grandes artistas como Andrea Echeverry y Héctor Buitrago ´Los Aterciopelados´, Mario Duarte de ´La Derecha´, Pedro Aznar, Pato Machete de ´Control Machete´ Elvis y Ricky de ´Estados Alterados’ y varios más que cerraron con broche de oro y dejaron muy en alto esta noche de celebración.
Fito Páez brindó un show increíble, tocando las canciones clásicas y algunas de su nuevo álbum, el escenario Plaza retumbó con un muy buen sonido y más de 130.000 corazones latían a esa hora por ver a este monstruo de la canción en tarima.
Juanes, un artista de reconocimiento mundial, ganador de premios y muy querido por los colombianos también hizo parte del cierre, aunque fue muy criticado por hacer parte de los cabezas de cartel, puesto que muchos opinan que su música no es rock, igual con su carisma y sencillez que lo caracterizan se ganó al público, interpretando éxitos como «Mala gente», «La camisa negra» «A Dios le pido», y una de sus favoritas «Fíjate bien».
La sorpresa fue cuando invitó a Andrés Cépeda y a Fonseca a cantar «La Tierra», Muchos dirán que eso no es rock, tal vez tengan razón, pero en el fondo la idea era disfrutar de un buen momento, con hermandad y sin buscar peleas o generar controversias innecesarias. Eso sí, se sacó la espinita y dejó a muchos radicales callados tocando «Seek And Destroy» de Metallica para dejar en claro que sus riffs son precisos, y aunque mucha gente no le crea es un «metalero de corazón».
El Tri de México fue uno de los grupos más esperados, Alex Lora su cantante tuvo una gran química con el público, Su grito acostumbrado «¿Qué es lo que quiere la razaaaa?» «Queremos Rooooock» se escuchó una y otra vez, y todo era una gran fiesta en el parque.
Sodom de Alemania fue el encargado del cierre del segundo día y los amantes del Thrash metal no podían estar más contentos, el sábado cerró Deicide de Estados Unidos, el Death metal tuvo su buen espacio en este festival.
Tarja desde Finlandia y quien se ha presentado varias veces en Colombia, realizó una presentación impecable, su talento, voz, presencia escénica, porte y belleza deslumbraron a todos los asistentes.
Silverio de México, llamado «Su Majestad Imperial» fue uno de los artistas más polémicos y controversiales, con su electrónica primitiva, «de las cavernas» como él mismo la define, puso a bailar a más de uno, y a morirse de la pena y hasta risa a otros, puesto que se desnudó frente a todos, mostrando sus partes privadas y no dejando nada a la imaginación. No le importó quitarse la diminuta tanga roja y el frío que estaba haciendo a esa hora.
Estados Alterados, de Medellín, una banda magnífica, de una calidad excelsa y con más de 30 años de carrera artística y que mezcla rock con electro, industrial, new wave y además tiene una energía única en tarima, brindó un concierto entretenido y que el público disfruto al máximo. Elvis y Ricky también se presentaron con la Orquesta Filarmónica demostrando porqué son una banda de exportación.
Las bandas ganadoras de la convocatoria distrital realizaron un excelente trabajo, para destacar las presentaciones de Kariwa, El Sagrado, Tras las púas, Vóltika, Tequendama y Tappan, grupos que se ganaron a pulso su lugar en el festival, y aunque debieron sortear situaciones difíciles como el mal clima, horarios tempranos, problemas de sonido o logística y otros inconvenientes, se esforzaron por dar una buena presentación y dejar huella en las mentes de quienes fueron a verlos.
Grupos como Tenebrarum, Internal Suffering, Grito, La Severa Matacera, y uno de nuestros favoritos La Doble A de Medellín no se quedaron atrás, este último con canciones contundentes y profundas sobre la realidad del país, con letras llenas de crítica social, narcotráfico, política, inconformismo, hicieron un tributo a los campesinos de nuestro país y dejaron en claro su punto de vista, el público los apoyó todo el tiempo y coreaban al unísono: «Uribe, paraco, el pueblo está berraco». Nada que hacer, es la voz del pueblo.
En total fueron setenta bandas que mostraron lo mejor de su repertorio, algunos con ciertos problemas de sonido, otros con poca afluencia de público por ser quienes abrían los tres días, se presentaron algunas demoras, pero en términos generales el balance es muy positivo, el primer día asistieron más de 84.000 personas, el segundo 94.000 y el último día más de 157.000 según cifras oficiales de Idartes, para un total los tres días de más de 330.000 personas.
Lo positivo:
Variedad de géneros: Metal, Thrash, Death, Punk, Hard Core, Rock electrónico, Rock en español y mucho más.
Buen sonido: Para la mayoría de las bandas, se contó con una buena acústica y sonido nítido, en el escenario Plaza, aunque a algunas bandas no les fue tan bien, sobre todo en el escenario Bio y Lago.
La logística: Buena disposición por parte del personal.Escenarios bien ubicados para que no se cruzaran los sonidos, la zona de emprendimiento y la tienda oficial del evento, la tarima para que las personas se animaran a perder el miedo y ser «Rockstar» por un día, las hamacas, sillas, pufs y zonas de descanso, las carpas para acampar bajo la lluvia, buena oferta gastronómica, (aunque al final del segundo día se presentaron largas filas y era casi imposible comprar algo y los precios estaban muy elevados). Faltó agua aromática o tinto, alguna bebida caliente para apaciguar el frío.
La exposición fotográfica: Con momentos memorables del rock nacional, muy divertida, pero se podría hacer en gran formato, para que las personas la puedan observar mejor y hasta tomarse una foto con ella. Muchas personas ni supieron que existía.
El gran gorila inflable: Muy divertido para tomarse una buena fotografía, y la venta de la gorra y la camiseta oficial del evento con el gorila impreso, ¡Muy bien pensado!
La transmisión oficial: Realizada por Canal Capital, y por internet, que mantuvo informado al público que no pudo asistir, informaba sobre lo que pasaba en las tres tarimas, en las ruedas de prensa y otros espacios. Aunque con algunas fallas en la transmisión de sonido y la imagen a veces se distorsionaba.
El cubrimiento de prensa: los medios masivos, aliados e independientes realizaron una completa labor, informando sobre lo que pasaba en el festival, con los hashtag #Orgulloestridente y #Rockalparque2019 se subía la información a redes sociales y todos podían ver fotos, videos, cosas curiosas y apuntes de las ruedas de prensa.
La requisa a la entrada: Es estricta para evitar el ingreso de objetos peligrosos, drogas, bebidas alcohólicas y demás, aunque en ciertos momentos ya es muy invasiva con la intimidad de las personas. Aunque a algunas personas no las revisaron tanto, ¿Será que miran caras?
Para mejorar:
Las zonas de hidratación: Eran muy pocas, en un evento con tanta afluencia de público y movilidad restringida, es importante tomar agua o bebidas refrescantes para no deshidratarse, entendemos que no se venda cerveza con alcohol por la presencia de menores de edad, pero se podrían contratar unos vendedores que caminen por todo el parque con botellas de agua o gaseosa, esto lo hacen en grandes festivales internacionales.
La iluminación: Pasadas las 7 de la noche, es muy difícil tener una visibilidad clara en el parque, los pocos bombillos no alcanzan a iluminar bien, a eso se suma el barro porque llueve y se forman deslizaderos, más de uno se resbaló y cayó en el pasto de un escenario a otro, eso puede llegar a ser muy peligroso.
Seguridad: En el escenario plaza, se presentaron varios robos en la modalidad de «chalequeo» y no había presencia de la policía o personal logístico para afrontar la situación, así mismo varias personas se subían a los árboles para tener una mejor visibilidad, pero incomodaban a las otras personas y dañaban las ramas de estos.
La señalización: Faltaron más avisos para que las personas se ubicaran, muchas veces se le preguntaba al personal de logística o a la policía y no daban razón sobre donde quedaban las zonas de emprendimiento, los baños o las tarimas.
Información previa sobre las bandas: Es una gran labor la realizada por la oficina de comunicaciones y los encargados de la difusión de la programación, pero se observa un gran trabajo de prensa previo, con bandas ya conocidas o artistas consolidados, mientras que las bandas ganadoras de las convocatorias o las bandas invitadas CREA no contaron con el mismo despliegue en medios.
Puntualidad: Es entendible que en un evento de esta magnitud se presenten algunos retrasos, pero cuando el retraso es de dos horas y las personas deben trabajar al otro día, es bastante complicado.
Los baños: Estos son el talón de Aquiles de los grandes eventos, durante las primeras horas se mantenían limpios, pero ya en la noche olían mal, llenos de papeles y basura, estaban muy mal presentados, desagradable.
La falta de presencia de «Échele cabeza cuando se dé en la cabeza»: Seamos sinceros, por más requisas exhaustivas, recomendaciones y rezos a la virgencita de Guadalupe, de alguna manera siempre se logran entrar sustancias psicoactivas, aguardiente, ron, marihuana, popper, pepas y 2C y demás.
Es una realidad que no se puede tapar con un dedo, es hora que la alcaldía abra los ojos y se dé cuenta que acciones como las de esta Organización No Gubernamental, especializada en reducción de riesgo y mitigación de daño en consumo de sustancias psicoactivas, son necesarias, para que la gente se informe, no se intoxique, consuma licor adulterado, o pasen cosas peores.
Presencia de niños: Es muy positivo que los niños asistan a este tipo de eventos con sus padres para que conozcan sobre este género y se enamoren de él. La presentación de 31 minutos en el Teatro Jorge Eliecer Gaitán fue apoteósica, ordenada y cómoda. Está bien llevarlos al parque desde temprano y digamos, hasta las 7 de la noche, pero los padres deben ser responsables y conscientes que una jornada de más de ocho horas, con lluvia, frío y con tantos miles de personas puede ser incómodo tanto para el niño como para las otras personas. La entrada era para mayores de 14 años, pero es una jornada fuerte y no es bueno que los niños tengan que aguantar el cansancio hasta altas horas de la noche.
Zona de prensa: El espacio reservado para fotógrafos y periodistas cumplió su función, pero el último día se llenó de muchísimas personas que claramente no son periodistas ni reporteros gráficos y dificultaban el trabajo de los fotógrafos especialmente. Entendemos que muchos son invitados especiales, pero es muy raro que cuando tocan las bandas que dan inicio al festival no se veía tanta gente, pero al momento de tocar Juanes, Fito Páez y la Orquesta Filarmónica ¡Todo el mundo apareció! Muy raro la verdad.
O otra opción sería dejar un «Mini foso» para los fotógrafos, para que pueden tomar cómodamente fotos de las últimas bandas y el otro espacio para periodistas y los «Invitados especiales».
Transporte: Sumado al retraso, y que el evento terminó casi a la 1:30 de la mañana, los asistentes sufrieron un calvario para regresar a sus casas, los buses pasaban llenos, los taxis no paraban, las plataformas como Uber o Didi no servían, el servicio de SITP no se vio por ningún lado, el Transmilenio menos. En un evento realizado por la alcaldía, es importante prever esta situación para evitar este caos, disponer de rutas o ampliar el servicio del transporte público.
Esta celebración de los 25 años de Rock al parque continúa con el componente académico, y otras manifestaciones: Un libro conmemorativo, una exposición fotográfica itinerante que hace memoria e ilustra la historia del festival, un vinilo edición especial con canciones emblemáticas, un Libro al Viento dedicado al rock, un ciclo de cine con películas representativas del género en la Cinemateca de Bogotá y una intervención de grafiti.
Los organizadores siguen trabajando para proporcionarle lo mejor de la cultura a la ciudad, reconozcamos el esfuerzo de tantas personas involucradas en este proyecto, entendamos que no es fácil llenar las expectativas de todo el mundo, que las cosas se hacen de corazón y de la mejor manera posible, obviamente siempre habrá puntos para mejorar. Es importante renovarse, informarse y opinar, enterarse de lo que pasa en la ciudad y participar. Porque Rock al parque es de todos y para todos, es nuestro Orgullo Estridente, y hasta ahora llevamos 25 años. ¡Que vengan otros 100 años más! Felicitaciones.
Fotos de la reseña: Yesid Sandoval https://www.instagram.com/yesidsandovalh/